Tasa de pago por generación
¿Nos es extraño pagar por la basura que producimos?
Si pagamos según la luz que consumimos o el agua que consumimos, no paga igual una familia que gasta 100L que otro que tiene piscina y gasta 1.000L, nos parecería injusto que ambos pagaran lo mismo, una tarifa plana. Entonces, ¿por qué nos resulta extraño que cada uno pague según los residuos que produce?
Actualmente, hagas lo que hagas como ciudadano, ya sea generar mucha o poca basura, reciclarlos bien o mal, pagas lo mismo por su gestión: una tasa de residuos municipal de importe fijo.
En otros países más avanzados en cuanto a gestión de residuos, es habitual pagar en función de la cantidad, del tipo de residuos generados y de forma individual (no anónima como actualmente). Normalmente lo hacen mediante modelos de recogida selectiva puerta a puerta y mediante la estandarización de las bolsas o cubos de recogida de basuras.
Las modalidades que se utilizan para desarrollar el Pago por Generación es:
1. PAGO POR BOLSA (o pay-per-bag): El Ayuntamiento ofrece a los vecinos bolsas de basura homologadas de uso obligatorio, solo se recogen esas. El coste de la basura se establece mediante la compra de estas bolsas. Si generas muchos residuos tienes que comprar más bolsas, por eso se dice que pagas por lo que produces.
De esta manera es muy fácil establecer incentivos fiscales, por ejemplo en países como Irlanda con este método las bolsas de reciclaje tienen un coste muy bajo y la bolsa gris de restos es la que mayor coste conlleva, promoviendo que las familias reciclen antes que llenar la bolsa de restos.
Existe la posibilidad de que las bolsas vayan numeradas y cuando un vecino compra un paquete de bolsas queda registrado con sus datos personales. Los empleados realizan inspecciones de bolsas al azar, en el caso en que los residuos no sean los correctos en esa bolsa se pone una multa. Este método se usa sobre todo cuando las bolsas de reciclaje tienen un coste muy bajo incluso gratis haciendo que a la población no les cueste apenas nada reciclar.
2) PAGO POR CUBO (o pay-per-can): en este caso las viviendas o comercios disponen de cubos de uso exclusivo (p.e. contenedores de dos ruedas) para la recogida de las diferentes fracciones. Se trata del sistema de pago por generación más extendido.
Sus variantes son:
- Según tamaño y frecuencia de recogida. Se paga según el tamaño de los cubos asignados.
- Según el número de recogidas. En este caso se paga según el número de veces que se recoge el cubo.
- Por peso. En este caso los camiones disponen de un sistema que permite pesar los cubos (que disponen de un chip que los identifica) y computar el peso recogido a cada usuario.
En zonas urbanas de edificios verticales donde se recoge Puerta a Puerta lo habitual es utilizar el sistema de pago por cubo asignando un cubo por edificio y no por vecino, siendo la comunidad de vecinos responsable de la tasa de residuos. En este caso, el pago de la tasa no depende de la generación de cada vecino si no que se suele dividir a partes iguales por piso o por número de residentes en cada uno.
Hay otras modalidades de pago por generación compatibles con el uso de contenedores colectivos, normalmente requiriendo que para su apertura se utilice una tarjeta magnética identificativa. No lo detallamos porque estrictamente no es una recogida Puerta a Puerta.
En cualquier caso, la gran mayoría de sistemas de pago por generación que se ha implementado va vinculado a la recogida PaP puesto que facilita en gran medida la recogida individual a cada generador.
La recogida selectiva PaP garantiza altos niveles de reciclaje, por lo que si además le añadimos una fiscalidad de pago por generación conseguimos aumentar estos niveles y estimular cambios en los hábitos de consumo que revierten en una reducción de los residuos. Aparte, se consigue una asignación más justa de los costes del servicio entre los contribuyentes, lo que potencialmente permite conseguir un mayor grado de satisfacción con el sistema.
El principal riesgo de los sistemas de pago por generación es lo que se conoce por «turismo de residuos», es decir, residuos que desaparecen del flujo municipal debido a ciudadanos que se los llevan a zonas donde continúa vigente el sistema convencional de recogida o, peor todavía, los vierten ilegalmente.
Es complicado determinar en qué medida es causado por la tasa de pago por generación y en qué medida es causado por el sistema de recogida
PaP; en cualquier caso, el estudio más exhaustivo realizado hasta el momento en Europa concluye que en los sistemas de pago por generación se dan
unos niveles de entrega irregular de los residuos de entre el 3 y el 10%.
Entre las acciones para minimizar este fenómeno cabe destacar una introducción progresiva, una buena comunicación ambiental, un régimen adecuado de control y sanciones y una armonización de los sistemas —de recogida y fiscales— dentro del municipio y en relación a las poblaciones vecinas.
Para una mejor adaptación al sistema PaP se instalan áreas de aportación de emergencia (contenedores a las salidas de las urbanizaciones, en puntos del municipio,...) con el objetivo de que la gente se vaya acostumbrando a las rutinas de que cada día se saca un residuo pero no castigando los olvidos o despistes ya que si se equivocan pueden ir a estos puntos de emergencia.
Si se instaura el PaP y el Pago por Generación, estas áreas de emergencia no pueden instalares porque los residuos depositados en éstas saldría del flujo sujeto a
pago por generación. Aun así, estas áreas cumplen una función importante y, por lo tanto, podría decidirse mantener alguna, pero bajo un mayor control, por ejemplo situándola dentro del punto limpio municipal.
Los sistemas de pago por volumen, en relación a los sistemas de pago por peso, hacen que el servicio de recogida sea más efciente porque bolsas o cubos solamente se suelen entregar cuando están llenos —e incluso ligeramente compactados—, lo que reduce los tiempos de recogida y los costes del servicio.
Es necesario que los sistemas de pago por generación giren en torno a la fracción resto, puesto que así la tasa incentivará tanto la reducción como el reciclaje. También por simplicidad. En todo caso, lo importante es que el coste para el usuario no se incremente si su nivel de reciclaje aumenta .
Sugerimos establecer una parte de la tasa —denominada general— independiente de la generación. Esta tasa permite tener una mayor certeza en la recaudación. También se justifica porque existen unos costes fijos de recogida independientes de la cantidad de residuos generados (el servicio debe pasar de todos modos delante de cada domicilio o comercio).
La existencia de una parte general es especialmente importante en zonas con presencia importante de segundas residencias, y más si éstas se ubican principalmente en zonas de urbanismo disperso, donde los costes fjos por vivienda son mayores.
Será necesario encontrar un equilibrio mediante la ponderación de los beneficios de una parte general baja (alto incentivo), con los de una parte general alta (mayor certeza recaudatoria, menor riesgo de fraude, mayor contribución al sostenimiento del servicio por parte de segundas residencias, transición más suave al nuevo sistema).
Habitualmente, la parte general significa entre el 30-50% del total (Gebhardt, 2002), aunque puede justificarse que
sea algo mayor para facilitar la implantación, o bien si la parte variable sólo grava la fracción resto.
Los sistemas de pago por generación son transparentes y claros para el usuario, y permiten expresar con claridad que el objetivo que socialmente se persigue es la reducción y el reciclaje. Es razonable esperar que la mayoría de la población considere justo pagar de acuerdo con los residuos generados, puesto que en el fondo es la única base imponible lógica; aun así, debido a su novedad, al desconocimiento generalizado de cuánto se paga de tasa de residuos y a los cambios de hábitos introducidos, pueden levantar recelos. Se recomienda una amplia discusión previa y tratar de buscar el mayor apoyo político posible.
Particularidades de las tasas de pago por generación en un contexto de recogida selectiva comercial puerta a puerta
Es necesario identificar la gran heterogeneidad de los generadores comerciales de residuos en cuanto a cantidad y tipo de residuos generados: bolsas estandarizadas y cubos de diferentes tamaños, mayor rango de frecuencias de recogida, servicios extras para algunos comercios, etc.
Pese a esta heterogeneidad, el hecho de que el número de comercios sea muy inferior al de domicilios y de que sean más fácilmente identificables hace que aplicar un sistema de pago por generación sea más sencillo para éstos que para los domicilios.
En este caso, que el Pago por generación se haga en conjunto con un sistema de recogida PaP permite que los incentivos se manifiesten con toda intensidad ya que no hay contenedores en la calle evitando puntos de fuga y no hay riesgo de que los comercios hagan un uso incorrecto de los mismos. En este caso, cualquiera de los sistemas de pago por generación podría funcionar bien. En el supuesto de que la recogida domiciliaria no sea PaP y, por lo tanto, existan contenedores de calle, el riesgo de fraude por parte de los comercios podría llegar a ser importante y se aconseja simplificar el sistema de pago por generación (por ejemplo, que sea solamente sobre la fracción resto), moderar la intensidad de los incentivos (por ejemplo, optando por sistemas de pago por cubo en función del tamaño y la periodicidad contratada) y reforzar la inspección.