Participación ciudadana y comunicación

Gestión y comunicación


Todo proyecto de implantación de un modelo de recogida de residuos necesita su plan de comunicación. De hecho, en ningún proyecto de gestión pública destinado al ciudadano debería faltar. La implantación de un modelo de recogida puerta a puerta tiene que disponer de una estrategia de comunicación que considere todos los condicionantes sociales, económicos y políticos, así como el marco temporal y espacial donde se desarrolla, y como cualquier proceso de comunicación, debe definir el mensaje, los canales y el receptor a quien va dirigido.

Como dice Folch (1999: 127): «La comunicación ambiental, además de correcta y honesta tiene que ser comercialmente arrolladora». Y para ser arrolladora, debe integrarse en el proceso de despliegue del modelo de gestión de los residuos.


Un cambio profundo requiere de una buena comunicación y, a pesar de las dificultades, un cambio profundo es más fácil de comunicar. A lo largo de estos años, la recogida puerta a puerta ha evidenciado que ha alcanzado unos importantes porcentajes de recuperación de residuos, así como un grado de calidad destacable, en la mayoría de casos muy por encima de cualquier otro modelo de recogida. Por eso, cuando el modelo funciona y es del agrado del ciudadano, la comunicación es importante, pero el modelo de recogida todavía lo es más.

En la toma de decisiones de un proyecto donde la comunicación y la participación tienen que intervenir a lo largo de todo el proceso, se hace necesario que gestores, técnicos y comunicadores participen de forma conjunta para alcanzar los objetivos..