Conclusiones sobre la fiscalidad


Las tasas de basuras de pago por generación no sólo permiten una asignación más justa de los costes de gestión de residuos, sino que también permiten incentivar la reducción y el reciclaje, puesto que avanzar en estos ámbitos conlleva un ahorro para el contribuyente. En los municipios con recogida puerta a puerta resulta mucho más fácil aplicar este tipo de sistemas.


Un trato fiscal disuasivo de los vertederos y las incineradoras de residuos, no sólo tiene justificación ambiental, sino también económica. Los modelos que garantizan un nivel de recogida selectiva más elevada, y singularmente la recogida puerta a puerta, se beneficiarían de la institución de estos impuestos ambientales, particularmente si la recaudación se retorna a los municipios en función de los niveles de recogida alcanzados y de la calidad de los materiales recogidos.


En definitiva, los instrumentos económicos y de fiscalidad ambiental deben formar parte de la política de residuos. Éste es ya el caso en los países con una gestión de residuos más avanzada, pero en el Estado español por el momento su uso no ha pasado de experiencias muy puntuales, que deberían consolidarse y extenderse.